En los días que corren, la satisfacción de las necesidades del consumidor es algo que ya damos por contado. Hoy en día, el motor para la decisión de compra son las emociones.
Cómo le hace sentirse esta marca antes y durante su compra, cómo le hace sentir durante su consumo y cómo le acompaña después. Y es que, puede que el consumidor olvide lo que le dijiste, e incluso lo que hiciste, pero nunca olvidará como le hiciste sentir.
Si hay un momento del año en el que se despiertan las sensaciones y emociones es la Navidad. Es por ello que esta época de reencuentros, regalos y luces se convierte en un momento perfecto para que las marcas intenten crear estos vínculos con los consumidores.
¿Qué es el marketing experiencial?
El marketing experiencial es la forma que tienen las marcas de cobrar vida, partiendo de la premisa de generar un vínculo entre el consumidor y la marca, mediante la inmersión de este en un entorno pensado para despertar sensaciones. Así es como se llega a generar un mayor nivel de compromiso emocional, ofreciendo una comunicación personalizada y como resultado un mayor engagement con el consumidor.
Para conseguir que las acciones emprendidas por las marcas sean coherentes y tengan resultados positivos es imprescindible escuchar atentamente a los usuarios: ¿qué necesitan tus consumidores?¿cuáles son sus deseos, preocupaciones, inquietudes? y, no menos importante, ¿qué puedes hacer tú como marca para impactar de una forma positiva en su día a día?
Tres casos navideños de marketing experiencial
IKEA – La otra carta
El marketing experiencial no tiene por qué ser tangible, físico. También despertamos emociones en los usuarios al ofrecerles un punto de vista diferente de una tradición tan asentada en nuestra sociedad como los Reyes Magos de Oriente:
En este experimento la marca sueca de muebles y decoración cuenta a los adultos lo que realmente es importante para los más pequeños de la casa. Haciendo así suyo el concepto de “hogar” y logrando tocar la fibra sensible de los padres, conectando de una forma diferente con el consumidor.
Coca-Cola – El cajero de la felicidad
Esta acción de la famosa marca de refrescos es un referente en el ámbito del marketing experiencial. En su intento de apropiarse del concepto de “compartir felicidad”, durante la navidad de 2012, cuando la crisis llamaba a la puerta de las familias españolas, Coca-Cola instaló varios cajeros en la ciudad de Madrid en los que te regalaba 100€, con una sola condición: que los compartieras.
Coca-Cola establece un diálogo personalizado con los usuarios, y aunque las personas impactadas son menores en cantidad que las que podrían alcanzarse con una campaña masiva de televisión, el vínculo creado entre estas personas y la marca es mucho más fuerte. Este es el principal beneficio del marketing basado en experiencias, conectar con el usuario de una forma única.
Nervión Plaza – Santa Claus Plaza
Cada año durante la Navidad, el centro comercial Nervión Plaza se convierte en el poblado de Papá Noel, acogiendo a decenas de elfos que ayudan a Santa a prepararse para el gran día.
Mediante esta mágica experiencia, el centro comercial demuestra la capacidad de oír el reclamo de sus visitantes, que durante estas fechas necesitan una distracción que haga más livianos los días de compras de los más pequeños.
Impulsa tu marca a través del marketing experiencial
Vivimos en unos días en los que los impactos publicitarios que reciben los usuarios son incontables, prácticamente infinitos. Por eso, como marcas, es fundamental aportar algo que nos haga diferenciarnos en ese mar de estímulos.
El marketing experiencial nos ayuda a dar un paso más, consiguiendo despertar emociones en nuestro público, creando un vínculo que si sabemos cuidar y reforzar, derivará en una relación de confianza a largo plazo, y convertir a un consumidor en un prescriptor es el mayor triunfo que cualquier marca puede alcanzar.