Oppo nos pidió elaborar la campaña de reservas del Reno10 Pro, su último teléfono. El encargo estaba claro, pero contaba con un detalle que lo cambiaba todo: no habría reservas. Si lo pagabas OPPO te lo enviaba automáticamente.

En plena crisis de materias primas, con listas de espera interminables para casi todo lo relacionado con tecnología, se nos abría un camino creativo diferencial. Pondríamos en valor nuestro «stock ya disponible» a través de esas reservas que duran meses o que, sencillamente, no se pueden realizar. Las que todos hemos intentado alguna vez.

Elaboramos piezas digitales con llamadas reales a hoteles, teatros y restaurantes en las que se podían escuchar frases como «lo sentimos, caballero, está todo ocupado» o «hasta el año que viene imposible». Frases afiladas, de esas que duelen y que hacían ganar a OPPO en la comparativa.

Y es que, cuando lo que quieres se puede disfrutar cuando quieras, se quiere mucho más.